¡Hollywood, perdona a Winona Ryder!


Stranger Things es la hermosa mezcla de los 80's con nuestro presente en el soundtrack, los visuales, los diálogos y el suspenso.

La serie está conformada de ocho capítulos que la convierten en una serie fuera de episodios de relleno; toda escena tiene su importancia y ayudan a la trama a seguir avanzando. Es cierto que la trama no es complicada, de hecho el desenlace se vuelve predecible capítulos antes del final, pero es la magnífica actuación de Winona Ryder (¡ovación de pie!), David Harbour, la química entre los niños y bellas tomas que provocan se siga viendo. Y que se deseé una segunda temporada.



Es una historia que fácilmente se puede dejar de lado, en especial viendo que el elenco está conformado de puros niños. Sin embargo la actuación de éstos hasta te dejan con ganas de conocerlos mejor, ya que alguno no aparece o a veces son opacados por Eleven y Mike.

Muchos la describen con la serie del verano y puedo entenderlo porque desde el primer episodio te sumerge a un viaje lleno de referencias cinematográficas, música que llegaste a escuchar en el radio o con tus padres, un humor que te recordará a tus amistades de la infancia y el suspenso bien capturado por el movimiento de la cámara. Además es una historia 100% original incluso en la manera de advertir que un monstruo se acerca.

Son solo ocho episodios, ¿por qué no verla como método de relajación?