Lo he tenido fácil


Egon Schiele - Totes Mädchen - 1910

No soy una persona sexual. Me gusta el camino, el proceso para llegar a ese punto; los besos, las caricias, el sudor, los suspiros y las fuertes bocadas de aire. Mis manos en sus cuerpos jalándolos hacia mi, con cada beso una declaración de querer, de aceptación, de necesidad de estar más cerca.

Me gusta ver cómo nos convertimos en diferentes personas. No quiero decir que nos transformamos en animales -esto no es una estúpida canción- pero sí pienso nos convertimos en una versión más sincera -físico/romántico- de nosotros mismos.

Hay una gran diferencia cuando compartes estos momentos con alguien al que quieres a cuando es una persona con la que apenas has compartido diálogo. Se tocan, se quitan la ropa y se ponen a trabajar, sin embargo, no hay un sentir. Sí, sientes una excitación y con suerte un orgasmo, ves su cuerpo y lo tocas; pero no lo aprecias, no lo cuidas... no lo besas como una extensión de la persona. No sientes un querer porque te importa un carajo. Y aunque la pases bien, te deja un vacío.

He tenido una mezcla de ambas.

He salido con personas que me han amenazado con suicidarse si terminábamos; con personas que he tenido que aceptarles pongan su mano en mi muslo para que no me besen; personas que, si ya estaban excitadas, siempre tenía que hacerles terminar porque sino estarían enojados el resto del día; que si me empezaba a doler la penetración y quería parar, mejor me aguantara un poco más porque ya iba a terminar; decir que ese día no quieres tener relaciones y se molesten o se indignen porque entonces significa que no los quieres.

Que no sea una persona sexual no es consecuencia de esto, desde que perdí mi virginidad me he dado cuenta que el impulso no es grande y soporté lo que tuve que soportar porque les quería y pensaba era por el bien común. Pero también es cierto que todo esto solo añade a sentirme más indiferente al acto.

Me gustaba estar con ellos de esa manera, sin embargo, el proceso y el final usualmente me dejaban un mal sabor de boca y me provocaban un vacío, cuando debería de sentirme plena por una supuesta culminación de amor. Yo lo he tenido fácil.

Si algo he aprendido es que no se pueden aguantar cosas por amor; voy a sonar cursi: Si hay algo más grande que el amor hacia una persona, es el amor a uno mismo.
No soy el mejor ejemplo de tal declaración pero me mantengo firme: soportar, callar y hacer de lado este tipo de cosas es algo que ya no puedo hacer.

Lili Castillo

Cinéfila hasta la médula.

1 comentario:

  1. AMO ESTO. Pasé por los mismos lugares para llegar a las mismas conclusiones. Tu sexualidad no es un tesoro para los demás. Un beso enorme con musha baba (como diría miku)

    ResponderBorrar

Gracias por tu comentario y visita al blog. Se aprecia mucho(: