La realidad es que estaba perdida. No podía seguir adelante. Era un dolor, un dolor sofocante lo que le provocaban esos recuerdos. Esa acción. Por su gran estupidez e inutilidad, casi mata a una persona. Pero no cualquier persona; casi mata a la persona que más le importa. Se supone que ella es su apoyo, la que siempre está a su lado, la que nunca lo traicionará pero con tan solo un momento de enojo, de molestia, él fue y se metió a una fantasía... al mismo tiempo en que una pintura roja carmesí le recorría el alma. Ella es consciente de las millones de maneras en la que él puede reaccionar... Pero jamás creyó que llegaría al punto de acabar con su existencia en éste mundo. La realidad es que no sabe cómo cargar con el peso. Saber que por su culpa casi mata a la persona que ama... Eso no se quita. Ni se quitará. La realidad, es que ahora intenta mantener su mente ocupada, para no recordar el pecado que ha realizado. La realidad, es que ahora teme cerrar los ojos, ya que solo obtendrá pesadillas.
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Nota de la autora:
Con éste post, doy por terminada la pequeña clausura del blog. Gracias por esperarme. Espero que disfruten el relato y no olviden visitar el blog To Be Or No To Be.
-Padme
Esto es mejor que estudiar para los exámenes.
ResponderBorrarSin duda alguna.
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