No recordaba cuanto tiempo llevaba ahí. Sabía que eran varios días porque ya había vivido varias noches acostada en el pasto viendo cielos estrellados, y había despertado con los colores del amanecer. Sabía que llevaba un tiempo, pero no podía decidir si habían sido meses o años. Había aprendido los trucos del lugar: Conocía que alimentos eran comestibles, conocía el río con el agua más fresca del lugar, sabía donde alojarse en caso de lluvia (si es que decidía hacerlo), y más importante, cada día era un nuevo descubrimiento.
Estar ahí la había devuelto a la vida, jamás había reído tanto en su vida. Era como volver a ser una niña.
Sus ojos se abrieron poco a poco. Al principio veía todo borroso, pero conforme la imagen se fue aclarando, vio blanco. La imagen se empezó a aclarar más y pudo notar sombras sobre lo blanco. A los pocos segundos, notó que era un techo. El techo de su habitación.
¿Qué? -pensó mientras se incorporaba en su cama- No no no no no...
Todo había un sueño. Otra hermosa mentira -Pensó-.
¿Qué hace hoy en día la pequeña criatura? Lidia con el día, lidia con la noche. A veces escribe tomando té y otras veces dibuja tomando café. Aprecia los días soleados y las caminatas solitarias. Gusta de leer pero también de jugar al gotcha: pretendiendo que el otro enemigo son sus demonios que la visitan a menudo.
La pequeña dreamy eyes vivía como podía. Había días maravillosos y otros donde el dolor era de tal magnitud que se la pasaba en la cama llorando el día entero. Vivía como podía, pero más que nada, vivía para poder dormir. Vivía para poder dormir, porque ésa era el momento donde podía viajar al Paraíso y ser feliz de verdad. Pero ella sabía que el Paraíso no era solo un momento en la noche, no era solo un sueño: Era verdad. Así, su razón de vivir se convertiría en vivir el Paraíso día a día, pese a los peores días llenos de agonía.
Aún tiene mucho que aprender, pero va por buen camino. Yo lo sé, sé que lo logrará.
-Padme
Siempre es un gusto leerte.
ResponderBorrarSaludos.